Abrirte a recibir
Parecería ser que recibir halagos, agradecimientos, reconocimientos a veces está “mal visto”.
Soy amiga de la humildad. Cultivarla y estar atenta e esto es indispensable. Pero también reconozco que el aprendizaje de algunas de mis profesoras sobre el autoreconocimiento es importante. Y es claro que el autoreconocimiento, el autocuidado y el autoamor, nos llevan a recibir reconocimiento, cuidado y amor del “afuera” de nuestro entorno, pareja, hijxs, familia, amigxs, clientxs, comunidad.
Es lindo recibir. ¿Te pasa que alguien te dice algo lindo y decís? “no, no es para tanto” o alguien te quiere dar un regalo o un descuento y decís “no, no es necesario”, o alguien te invita con el café, el té o la copa de vino “no, pago yo”.
Bueno como simple que parecen las cosas, en realidad, si nos abrimos a recibir, todo es más fácil, más simple, más tranquilo.
Pensá en todas las veces que das reconocimiento, cariño, tiempo, recursos. El círculo de la vida (como la canción de Jorge Drexler), nos recuerda que damos lo que recibimos y que recibimos lo que damos. Y así es.
Es una fiesta para nuestrx niñx internx, poder celebrar y dejar que nos celebren. Porque vamos que ya estamos grandes para hacer cumplidos, para cerrarle las puertas al reconocimiento y para sentir vergüenza por lo que en realidad es lindo (y justo)
A mi me encanta regalar. Me lo enseñaron mis padres. Nunca fueron cosas caras ni lujosas, pero sí una manera de expresar reconocimiento, celebración, vida. Por eso regalo. Porque para mí es un ida y vuelta, y regalar siempre trae abundancia de todo tipo. El regalo es el reconocimiento hacia las personas que me rodean, tanto en lo familiar como en lo laboral. Y me encanta.
Esto me hace acordar a tantas amigas y pacientes emprendedoras, que muchas veces les cuesta recibirhalagos, y reconocimiento. Si sos una de ellas, probá entonces abrirte a recibir. Parece difícil, pero es un caminito que se va haciendo.
Como la carta de Océano Elemental RECONOCIMIENTO: me abro a reconocer y a que me reconozcan. Y creo que no es algo del ego, ni un alimento innecesario, creo que hoy por hoy, el reconocimiento es una buena (y sin contraindicaciones) medicina.
Si seguimos cultivando la humildad, la escucha consciente, las ganas de crecer y madurar, también podemos dejar que el bálsamo de la facilidad venga a visitarnos ¿qué opinas?
