El viaje que cambió mi mirada para siempre

Fueron muchas horas de manejar, escuchar música, conversar, estar en silencio, atravesar lluvia, neblina, sol, calor. frío. Fueron días de reencontrarme conmigo misma, con la incomodidad, con la comodidad. Con los recuerdos, con los momentos, que con astucia, creatividad y resiliencia, una y otra vez, me hicieron acordar que lo mejor es entregarme al placer del momento, de soltar controles incontrolables, estar en calma, y simplemente disfrutar de lo que cada tiempo es.

Allá en la montaña de muchos colores iba caminando a paso de tortuga, respirando hondo, entendiendo que el "mal de altura", no es ningún mal, sino una adaptación que nuestro cuerpo y nuestra vibración humana tienen que hacer para re adaptarse a la magnificencia de las montañas; del abrazo absoluto de la madre tierra.

Allá el aire es pleno, siento que puedo decidir sentarme, apreciar colores que nunca antes había visto, dejar que las emociones florezcan una atrás de la otra. Inspirarme. Liberarme. Sentirme.

Texturas, aromas, verdes, y distintas temperaturas para conectarme tan profundo con mi naturaleza humana. Un tanto pequeña, un tanto grande. Muy íntima y a la vez conocida.

Este viaje me acercó a mi hija; a la poesía que nos encuentra juntas, riéndonos a carcajadas, reflexionando sobre el pasado, valorando el presente y diseñando el futuro. Me encontró profundo conectada a mi capacidad de ser madre, de dar prioridad a lo importante, y al logro más grande que hasta el momento haya tenido:

Soltar el control; dejar que las cosas fluyan; tranquilizarme y disfrutar.

A veces las circunstancias externas pueden ayudarnos a que estemos mas conscientes y presentes con todo lo logrado. Todo el tiempo la naturaleza nos muestra, nos enseña, nos inspira.

Creo que lo más importante que pueda compartirte hoy, es que el gran arte de la vida, es estar cada vez mas presente contigo misma, con tus decisiones y pensamientos, con tus acciones y visiones. Y por siempre con tu instinto.

A partir de allí podrás estar segura, confianza, tranquila, y gozando de los pequeños grandes momentos de tu vida cotidiana.

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