Algunos le dicen "pensamiento mágico". Yo creo que es una cuota de "magia", pero más que nada una gran cuota de realidad.
La naturaleza es tan vasta, que desde siempre, la humanidad se refleja en ella, busca respuestas de todo tipo, e intenta replicarla de mil maneras.
La naturaleza nos da regocijo, nos inspira, nos alimenta, y muchas veces nos cura. Y cuando hablo de cura, hablo de la capacidad de calmarnos, de nutrirnos de verdad, de regular nuestro sistema nervioso, de darnos un baño de pureza a través del aire, o del agua, o del sol.
Desde siempre, estuve rodeada de naturaleza. Siempre ha sido un refugio para mí. Y dentro de los vaivenes de la vida, cambio de profesiones, de casas, de país, y de tanto más, es en la naturaleza donde siempre he ido ordenando, sanando, y evolucionando. Es en la naturaleza donde descubro la aceptación de las estaciones que vivo, de los cambios que habito y del desafío de enseñar lo que aprendo.
Y así lo sigo haciendo, mientras mis 4 hijos crecen. Mientras disfruto con Sergio y seguimos construyendo cosas y sueños juntos.
Mientras cosecho los vegetales, hierbas, flores y frutas de nuestra chacra. Mientras recibo personas en casa que buscan una vida más tranquila. Mientras comparto lo que me hace bien, con simpleza, y con las ganas, que cada vez seamos más personas que logramos disfrutar de los momentos cotidianos, valorando nuestros logros, expandiendo creatividad y compartiendo con otras personas que valoran y quieren lo mismo.
Espero que puedas encontrar abrazo y refugio en la naturaleza, tu casa, la mía, la de toda la humanidad.
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