Uno de los pilares de mi vida y mi servicio es la coherencia. No porque lo haya pensado, sino y sobre todo por las experiencias de incoherencia que viví desde que tengo memoria.
Primero fué con mi familia de orígen, luego en otros ecosistemas muy cercanos. Los mensajes contradictorios, pueden llegar a causarnos muchos estrés. Ese estrés no procesado, como ya sabemos, queda guardado en la memoria celular, generándonos bloqueos de todo tipo.
Así mismo, ésto que siempre te comparto vinculado a la gestión del estrés, ocurre para nuestro negocio consciente.
¿Porqué la coherencia es fundamental?
Cuando estamos en coherencia:
Sentimos liviandad
Tenemos claridad y serenidad mental
Podemos expresar nuestras emociones con libertad
Gestionamos nuestro tiempo con inteligencia
Las acciones van de la mano con lo que pensamos y lo que sentimos
Y en un nivel más espiritual, cuando estamos alineadas y centradas, estamos siendo coherentes con otros planos de nuestra consciencia, y con lo que "se supone" que venimos a hacer a éste mundo.
Desde lo que vengo procesando y estudiando hace décadas, nuestra profesión tiene un propósito mayor; uno que va mas allá de lo que nuestra mente muchas veces planifica; porque sin dudas, cuando hacemos algo que amamos, o que sentimos un fuerte llamado a hacerlo es porque tiene que ver con una visión y un propósito que también va más allá de lo que se planificó.
Una cuota extra: si trabajamos directamente sirviendo en el ámbito terapéutico, y ese servicio nació primero desde nuestro propio proceso interno; es doblemente importante que podamos chequear de estar en coherencia.
Nota para colegas terapeutas:
Para nosotros, terapeutas, es fundamental, y completamente saludable (y a mi modo de ver necesario) que sostengamos el foco en la coherencia, en la claridad y la salud mental que tantas veces se nos va de nuestras manos, y para ésto necesitamos de un espacio terapéutico que sea lo mas objetivo y pragmático posible; porque cuando trabajamos con la consciencia y con la salud mental, es doblemente importante y responsable que podamos verificar si estamos realmente siendo coherentes. Esto es la verdadera salud y la verdadera coherencia.
En éstos últimos tiempos, una de las cosas que más momentos de alegría, expansión y coherencia me está dando es darme cuenta de la capacidad que tengo de elegir, de editar y de cambiar decisiones que no me sirvan. Un ejemplo muy concreto en cuanto a la coherencia es el uso de redes sociales.
Si bien actualmente tengo dos páginas de Instagram y una página en Linkedin, he logrado llegar a cierto "balance". Y tuve un gran insight, un gran despertar hace pocos días. Voy a dejar la reflexión mas jugosa, y algunas charlas que tuve con otras mujeres respecto al tema, para nuestro Workshop Online de Emprender Consciente. Pero mientras tanto, te comparto dos cosas que pensé.
Si nos referimos a la coherencia, quienes trabajamos con redes sociales podemos considerar que a partir de ahora Instagram ocupe un 0,0000001 de nuestro espacio mental, y por lo tanto del tiempo y los eventuales recursos económicos que invirtamos en esta red social.
Y la otra idea es que las redes sociales tienen que estar al servicio de nosotras y no nosotras al servicio de las redes sociales.
Puede darnos inseguridad, miedo, ansiedad, nervios. Podés pensar ¿pero como haré crecer mi negocio si no estoy tanto en redes sociales? La clave es la coherencia, es revisar una y otra vez cuan conscientes estamos siendo con el asunto.
Es necesario que consideremos volver al orígen, y por mas que el mundo haya cambiado y lo siga haciendo, la base de cualquier negocio consciente no son las redes sociales: son los vínculos reales y el tiempo que dedicas a nutrir ésto.
Tengo algunas historias y testimonios de lo que vengo haciendo en éstos últimos 9 años desde que empecé mi emprendimiento. Y la base de todo ésto son las conexiones reales, el vínculo, la llamada por teléfono, el abrazo cuando me encuentro con alguien.
Claro que cada persona tiene su propio negocio, y sabe como funciona y que necesita o no. Pero si estamos queriendo estar conscientes; entonces tenemos que dedicarnos tiempo y ver si el asunto nos está angustiando o preocupando demasiado. Puedo asegurarte que el tiempo que dedicamos a scrolear a mandar audios de ida y vuelta, a dar likes o a esperar las estadísticas nos genera más ansiedad de la que creemos. Los estudios ya los conocemos, y en mi caso, los testimonios de mis pacientes, amigas y colegas son alarmantes.
¿Se puede hacer otra cosa?
Este espacio de newsletter, los recursos que aquí te comparto, mi página web y sobre todo el tiempo real que dedico a hablar con las personas que me contactan sin conocerme es algo que compruebo que siempre ha edificado y que sigue trayendo cosas buenas.
¿cuanto hace que lees mis newsletters?
¿que es lo que te atrae del contenido que comparto?
Puedo asegurarte que no son las fotos lindas, sino la conexión y las ganas de leer algo verídico y natural; esto que hago, escribir y enviar un mensaje al mundo es parte de esa práctica eterna de la coherencia.
Pero no soy solo yo. Esto no lo inventé para nada. Lo vengo estudiando desde hace muchos años, lo implemento y lo practico. Hay otras maneras de generar conexiones verdaderas, coherentes y conscientes, la primera cosa es estar muy atenta, abierta y disponible para poner la tecnología a tu servicio, con amor, paciencia y también mucho estudio. Porque para ésto hay que accionar, y trabajar, y entender como siempre te comparto, que si queremos que las cosas funcionen distinto necesitamos hacer cosas distintas.
Y como habrás visto yo estuve un año fuera de las redes sociales. Dos por tres dudo que hacer al respecto, y me sigo encontrando con llamadores y señales internas y externas que hacen que revise una y otra vez, paciente y amorosamente mi vínculo con las redes sociales tecnológicas. Partimos desde el principio. La consciencia es la que nos trae la revisión interna y externa para ver si estamos siendo coherentes con lo que queremos, pensamos, sentimos, soñamos.
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