La Aromaterapia es una práctica milenaria usada en muchas civilizaciones para tratar, aliviar y curar distintas cuestiones físicas, emocionales y energéticas.

 

Mi historia con los aceites esenciales data de cientos de años atrás, porque mis ancestros búlgaros y gitanos usaban y aún usan el poder de las plantas y flores de manera común y cotidiana.

El aroma a rosas, está en mi memoria olfativa y es el que más identifico y recuerdo cuando llegaban encomiendas y valijas por correo con regalos de mis parientes búlgaros. Mi padre, siempre tenía su esencia de rosa en un bolsillo, porque le recordaba a su tierra y porque adoraba ese aroma tanto como yo.

 

Junto con la lavanda de mi madre, otras hierbas y flores, fueron parte de mi infancia, de mi juventud, y más tarde de mi adultez cuando empezó mi camino como madre. Allí se abrió un mundo enorme, y fue la Aromaterapia la que me sostuvo durante mucho tiempo cuando conjugaba mi rol como mujer y mi paso por el gran y arduo mundo corporativo.

 

Desde hace más de dos décadas estudio e investigo el poder que tienen las plantas, a través de los aceites esenciales y otros formatos; me sigo maravillando de lo que podemos lograr para balancear todos los aspectos de la salud y el bienestar. Los incorporamos en casa, en cada espacio que habito, y los recomiendo a pacientes y clientes en todas partes del mundo.